Declaraciones de Shane Ellison. Licenciado en Química y especialista en química orgánica.
Ex trabajador de la empresa farmacéutica Eli Lilly.
Soy Químico. Me encanta el método científico. Desde siempre. Pero cuando trabajé para la industria farmacéutica la ciencia quedaba totalmente al margen. Estas empresa farmacéuticas por las cuales intercedía, no tenían problema ninguno en decirme. Mira, nosotros diseñamos fármacos en base al tratamiento de síntomas. Nosotros no curamos. Por lo tanto, eso es un modelo de negocio, ¿Sí? que te permite. Dar un fármaco a una persona por vida. Se quedaron sin síntomas que tratar. Entonces que tenían que hacer. El siguiente nivel en publicidad farmacológica es la invención de enfermedades. Cuando te quedas sin síntomas dejas de tener consumidores a los que vender. De modo que debes inventar enfermedades. Y con los psicofármacos puedes pasarte todo el tiempo inventando enfermedades. Hay una palabra que el psiquiatra teme. “Demuestremelo.” Y si el psiquiatra no puede hacerlo, nueva de cada diez veces no puede hacerlo. Así el paciente se situa en situación de poder. Me preguntaba como químico. Estoy fabricando estos fármacos. Resultan letales en nuestros laboratorios y resultan letales en otros laboratorios. Peligrosos inefectivos y provocan exactamente lo mismo que se supone que deben tratar. ¿Cómo consiguen venderlos? Tienen el departamento de marketing. La gran industria farmacéutica tienen el mejor departamento de marketing del mundo. Son unos genios. Simplemente pagas a los profesionales médicos, profesores, psiquiatras, para que digan que el estudio mostro resultados positivos. Se está comprando la ciencia a golpe de talonario. Por lo menos 125000 personas mueren al año por culpa de los fármacos. Bajo prescripción médica. Uno esperaría mayor inversión en investigación para compensar la cifra de muertos. No, sigue con el marketing. Promociona, promociona, promociona. Hipnotiza a las masas.
Hipnotizalas y drogalas. Y consigue que vayan al psiquiatra y engullan el próximo Cymbalta o el próximo Prozac. O cualquiera que sea el nombre que le vayan a poner. Tienes a una industria millonaria haciendo enfermar a mucha gente y ganando dinero con ello.
Ex trabajador de la empresa farmacéutica Eli Lilly.
Soy Químico. Me encanta el método científico. Desde siempre. Pero cuando trabajé para la industria farmacéutica la ciencia quedaba totalmente al margen. Estas empresa farmacéuticas por las cuales intercedía, no tenían problema ninguno en decirme. Mira, nosotros diseñamos fármacos en base al tratamiento de síntomas. Nosotros no curamos. Por lo tanto, eso es un modelo de negocio, ¿Sí? que te permite. Dar un fármaco a una persona por vida. Se quedaron sin síntomas que tratar. Entonces que tenían que hacer. El siguiente nivel en publicidad farmacológica es la invención de enfermedades. Cuando te quedas sin síntomas dejas de tener consumidores a los que vender. De modo que debes inventar enfermedades. Y con los psicofármacos puedes pasarte todo el tiempo inventando enfermedades. Hay una palabra que el psiquiatra teme. “Demuestremelo.” Y si el psiquiatra no puede hacerlo, nueva de cada diez veces no puede hacerlo. Así el paciente se situa en situación de poder. Me preguntaba como químico. Estoy fabricando estos fármacos. Resultan letales en nuestros laboratorios y resultan letales en otros laboratorios. Peligrosos inefectivos y provocan exactamente lo mismo que se supone que deben tratar. ¿Cómo consiguen venderlos? Tienen el departamento de marketing. La gran industria farmacéutica tienen el mejor departamento de marketing del mundo. Son unos genios. Simplemente pagas a los profesionales médicos, profesores, psiquiatras, para que digan que el estudio mostro resultados positivos. Se está comprando la ciencia a golpe de talonario. Por lo menos 125000 personas mueren al año por culpa de los fármacos. Bajo prescripción médica. Uno esperaría mayor inversión en investigación para compensar la cifra de muertos. No, sigue con el marketing. Promociona, promociona, promociona. Hipnotiza a las masas.
Hipnotizalas y drogalas. Y consigue que vayan al psiquiatra y engullan el próximo Cymbalta o el próximo Prozac. O cualquiera que sea el nombre que le vayan a poner. Tienes a una industria millonaria haciendo enfermar a mucha gente y ganando dinero con ello.
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- Salud y Belleza
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